«El próximo mes de noviembre se cumplen cinco años de la firma del Acuerdo de Paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Desde entonces, y siendo éste un buen momento para hacer balance, una conclusión justa sería la de concebir la paz colombiana como una paz incumplida. Una paz que ha encontrado en el actual gobierno de Iván Duque, en sus estertores, un saboteador de manual que, a base de incumplimientos, retrasos y resistencias, ha desdibujado el proceso de implementación que, inicialmente, cabía esperar.» […]