Resumen:
El Covid-19 agravará el problema del trabajo infantil. La política tradicional para luchar contra este problema ha puesto énfasis en la escuela. La evidencia empírica muestra que los beneficios de la educación en el caso de las familias pobres es elevado. Sin embargo, este retorno puede ser una ilusión estadística cuando prevalece la desigualdad social y económica. Mientras se lucha por mejorar la desigualdad y la movilidad social el punto debería focalizarse en el rol de la escuela como proveedor de bienes y servicios: manteniendo los programas de transferencias condicionadas, lo cual se hace más urgente en contextos como el de la pandemia Covid-19 en los que algunas escuelas pueden verse abocadas a un cierre temporal.