a gran lección por aprender de esta terrible pandemia es que, o nos decidimos en verdad a ser más solidarios o nos resignamos seguir administrando a medias nuestras crisis. De poco sirve que en los dichos prevalezca lo primero, si lo hechos lo desmienten cotidianamente. «Pero si la esperanza es lo último que se pierde, entonces el anuncio reciente que se hizo en la reunión de siete de los países más poderosos del mundo (G-7), de donar mil millones de dosis vacunas para los países pobres, ha logrado mantenerla viva, al menos por ahora.» […]