A mediados del pasado mes de octubre de 2019 los estudiantes secundarios de diferentes comunas de Santiago de Chile se rebelaban ante una subida de 30 pesos para acceder al metro de la misma ciudad capital. A partir de ahí, y una vez desechada la medida por parte del gobierno, se desata una escalada de manifestaciones no solo en la capital, sino a lo largo de todo el país. El estallido social hizo que la ciudadanía entendiera que “Chile había despertado”. A pesar de las represiones violentas del cuerpo de Carabineros y las Fuerzas Armadas de Chile, las movilizaciones no paran, ni tienen fecha de caducidad a la vista.